Te explico de qué manera la tecnología puede ser capaz de sumergirnos en otras realidades.
Consideremos lo "real" como: aquello que somos capaces de percibir, a través de nuestros sentidos, del entorno que nos rodea. El lector imaginativo podrá darse cuenta de que hay un montón de cosas que, existen, sí, pero que, sin embargo, sus sentidos no tienen la capacidad de detectar. Por ello, científicos y empresas de tecnología a lo largo de la historia han hecho grandes esfuerzos
por superar esta imaginaria "barrera sensorial". Estos
esfuerzos han dado origen, en las últimas décadas, a dispositivos que tienen el objetivo de sumergirnos en otras formas de realidad, a saber, realidad virtual, realidad aumentada y realidad
mixta. Veamos elementos que nos permitan entender estos 3 conceptos.
Las otras realidades.
Los últimos teléfonos del mercado le brindan la oportunidad
al usuario de “aumentar” sus
capacidades sensoriales. Si enciendes la cámara de tu teléfono, y miras a
través de la pantalla, puedes percibir
tu entorno prácticamente igual (dependiendo de la calidad de la cámara) que
con tus ojos, pero la ventaja es que en un teléfono cuentas con aplicaciones
como, por ejemplo, el juego “pokemon go”
que consiste en “atrapar” figuras virtuales llamadas pokemons. El juego te
indicará que un pokemon está cerca de ti por el gps de tu teléfono, así podrás buscarlo. Una vez encuentras uno lo
enfocas con tu cámara y lo verás en pantalla. Si tocas la pantalla, una pequeña
esfera, llamada pokebola, será arrojada al pokemon. Si tienes suerte lo atraparás
encerrándolo en la pokebola. Lo que debemos resaltar es que en ningún momento
el pokemon es capaz reaccionar a tu
presencia. A este tipo de aplicaciones se les asigna el género realidad aumentada. Hay algunas que
permiten “aumentar” la información del entorno de una manera mucho más útil.
La realidad virtual,
por otra parte, sumerge nuestros sentidos en un mundo totalmente computarizado.
Imagina que te dan la oportunidad de entrar en un simulador de vuelo. Es básicamente una cabina móvil que adentro
tiene una silla y un volante de avión para alterar tu equilibrio y sentido del tacto. Al empezar la
experiencia te colocarán un casco, que emite el sonido de los motores y transmite
la imagen del vuelo. Ahora estás listo para sumergirte en todo un viaje desde la tranquilidad del asiento. Este último punto es crucial. El “viaje” está
diseñado para que entres en un mundo
generado por computadora. Todas las emociones que tengas en el viaje provienen
del simulador. Si manejas mal estrellarás el avión, y te sentirás mal por ello.
Un ejemplo vale más que mil palabras.
En este punto somos capaces de introducir el concepto de realidad mixta. Imagine que está en un
futuro no muy lejano y se le presenta la oportunidad de probar una nueva
consola de videojuegos. La diferencia
con las actuales es que, para usar esta consola no necesitará las manos, ni
siquiera una pantalla, es más, ¡no necesita ningún dispositivo en absoluto! Simplemente
le conectarán un pequeño transmisor a su red
neuronal, de esa manera, su vista y otros sentidos serán estimulados directamente
por pequeños impulsos eléctricos que se asemejan a los que transmiten las neuronas de manera natural. Basta con decir el nombre de un videojuego, por ejemplo,
“pokemon go” para empezar a jugar. Cuando vas caminando tranquilo por la calle,
de repente, un pokemon salvaje aparece cruzando el jardín de una casa. Pero no lo
ves desde una pantalla si no con tus
propios ojos. Lo puedes ver y ahora debes correr para lograr atraparlo. El pokemon percibe que lo estás siguiendo,
entonces emite un aullido, corre y se esconde. Buscas en tu bolso y eres capaz
de ver y sentir una pokebola ficticia en tu
mano, la lanzas y fallas. En ese momento llega otro jugador y lanza su pokebola, lo atrapa. El próximo también será mío, te dice
con una mirada retadora.
Este último ejemplo combina
elementos de las dos realidades anteriores y supera el concepto de realidad
aumentada. Pero sobre el concepto de realidad virtual se pueden hacer ejemplos
mucho más interesantes. Los dejo a tu imaginación.
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